El Secuestro Ideológico de los Derechos Humanos

El secuestro ideológico de los derechos humanos ha sido una constante de la izquierda internacional para usar en su beneficio. Esto ha sido un instrumento permanente de las izquierdas para someter a la masa a una dictadura del pensamiento. Lo cierto es que de alguna forma les ha funcionado para tergiversar la realidad y la óptica con que se miran los derechos humanos.

La inacción que se observa en organismos internacionales de Derechos Humanos sobre la transgresión permanente en gobiernos totalitarios como Cuba, Venezuela y Nicaragua, llama la atención. Lo lógico en este sentido, sería que el Alto Comisionado de Derechos Humanos sea el primer inquisidor a esta grave transgresión en esos países. Sin embargo, lo que se observa en estos organismos es una condescendencia con esos gobiernos, principalmente, por ser simpatizantes de sus ideologías de base.

En el caso de Chile, un delincuente tiene más derechos humanos qué los propios de la víctima de ese delincuente. Eso pasa precisamente porque las democracias han transitado hacia sistemas garantistas de justicia bajo una óptica antojadiza de organismos internacionales. No es una coincidencia, que el actual secretario general de la ONU sea ideológicamente Marxista Leninista. Lo mismo, para la Alta Comisionada de Derechos Humanos, la chilena, Michelle Bachelet, quien también comparte el Marxismo Leninismo como ideología de base. O que el secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sea de formación Marxista Maoista. En sí, en los organismos internacionales existe una predominancia ideológica de sus líderes y, por tanto, la tendencia es su influencia en objetivos ideológicos predominantes.

De alguna forma, ello explicaría el por qué se ha transitado hacia una concepción errónea de los derechos humanos y que no es imparcial. Si nos centramos en los sistemas de justicia, existe una óptica garantista y proteccionista de quién quebranta la ley.

¿Cómo se ha logrado cambiar el verdadero sentido de los derechos humanos en Chile?

Todo radica en la penetración ideológica de las universidades por miembros y simpatizantes de partidos políticos directamente vinculados con la izquierda internacional. Partidos comunistas, socialistas, progresistas y en general de izquierda radical han sido los principales secuestradores ideológicos del concepto de los derechos humanos.

En Chile, lo primero fue el secuestro ideológico de la educación que fue fuertemente desarrollado desde comienzo de 1990. En muchas universidades, principalmente estatales, el grupo de retornados políticos (exiliados bajo el régimen de Pinochet, por ser parte de grupos subversivos), se instalaron cómo profesores y docentes para diseminar el germen marxista. Así muchas carreras profesionales vinculadas a las humanidades, tales como sociología, periodismo, antropología, psicología y derecho, entre muchas otras, serían los principales objetivos de adoctrinamiento.

Entre muchas líneas ideológicas qué se enseñaron en las universidades de los años noventa, se encuentran aquellos conceptos, como Derechos Humanos. Estos sirvieron posteriormente como ejes de poder para direccionar la narrativa y la propaganda. Así, el concepto de derechos humanos quedó arraigado en un solo sector político que paulatinamente fue instalando una narrativa y propaganda asociada a su violación. Los distintos acontecimientos que se vivieron en el régimen de Augusto Pinochet y catalogados cómo violación a los derechos humanos, fueron la antesala.

De esta forma, en la actualidad el concepto de violación a los derechos humanos se atribuye única y exclusivamente a regímenes qué representaron una lucha contra la ideología marxista. Muchos de ellos, erróneamente etiquetados como “fascistas”, lo que ha sido una grave distorsión, dado que el fascismo pertenece necesariamente a una corriente de izquierda de carácter nacionalista.

Derechos Humanos en un sistema garantista

La inequidad con que hoy se habla de derechos humanos, afecta directamente a personas de bien que son víctimas de transgresores de lo legalmente constituido. Ello porque existe una exacerbación por proteger a quién transgrede la norma. Un ejemplo, es el garantismo exacerbado del sistema de justicia donde finalmente quién resulta más protegido es el propio delincuente y no la víctima.

A este respecto nunca nadie cuestiona que el delincuente transgrede los derechos humanos de otro al cometer un delito. Pero, la tendencia, dentro de este secuestro ideológico de los derechos humanos, es culpar a la sociedad por el quebrantamiento de la Ley. Y aquí es donde aparecen los profesionales marxistas formados en las universidades, que avalan esta postura donde la “desigualdad” es la razón de su actuar. Claramente, se trata de una injerencia ideológica para incidir en una percepción social, cuya base cuestiona el capitalismo o el mal llamado modelo “neoliberal”.

En sí, los derechos humanos como concepto se encuentran literalmente secuestrados, bajo argumentos ideológicos que se contradicen. Y más aún cuando estos conceptos “ejes” se mezclan con otros radicalizan una postura. Por ejemplo, el concepto de “Migrante”, que en la actualidad ha sido el discurso de batalla de los organismos internacionales como ONU. Que un “migrante” viole los “derechos humanos” de un nacional, está prohibido como narrativa. De ahí que otro de los actores, los medios de comunicación ayudan a la propagación de concepciones veladas o encubiertas del sector ideológico predominante.

Derechos humanos hacia un solo sector

En este sentido solamente militares y policías violaron los derechos humanos en un período de la historia, dado que los medios omiten la información de grupos subversivos de la época que violaron los derechos humanos de otras personas. En sí se hace un encubrimiento de acontecimientos que sucedieron bajo un contexto determinado. Grupos subversivos, como el movimiento de izquierda revolucionaria (MIR) en la década de los 60 fueron un grupo armado que buscaba imponer un régimen totalitario por la fuerza. Es decir, utilizando “la violencia revolucionaria”, que incluía armas de fuego, para someter al pueblo y a sus disidentes.

Así, otros de los grupos terroristas de la época fue la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP), autores del asesinato de Edmundo Pérez Zujovic.

¿Acaso esos grupos no violaron derechos humanos?

Antes y durante el régimen de Pinochet, fueron cientos los militares, policías y civiles que murieron a manos de grupos que aplicaban violencia revolucionaria. Y los medios de comunicación masiva, solo han focalizado a través de la historia, aquellos sucesos donde solo actuaron miembros de las FF.AA. y de Orden. Evidentemente, los medios tienen una misión en la actualidad y es la de ayudar a someter a la masa ignorante a través de la tergiversación de la realidad.

Derechos Humanos y sistema de justicia

Una de las aberraciones más evidentes en el secuestro ideológico de los derechos humanos, es la aplicación de un sistema de Justicia distinto para quienes son etiquetados como violadores de los derechos humanos. Las distintas causas que se han abierto en esta materia sólo pueden ser juzgadas bajo un sistema de Justicia que quedó obsoleto para el resto del país.

Sin embargo, este secuestro ideológico de los derechos humanos ha permeado el sistema de Justicia en Chile, donde además se comete una violación a los derechos humanos contra aquellas personas acusadas de este mismo delito. El sistema antiguo de Justicia fue reemplazado finalmente en el año 2005 por la llamada reforma procesal penal. Este nuevo sistema solamente podía aplicarse a causas vigentes de la época, pero no aplicable a delitos contra los derechos humanos cometidos en “dictadura”.

Esta incoherencia legal, revela la postura ideológica que existe sobre la concepción de Derechos Humanos y que transgrede el principio del debido proceso. A ello se suma la creación de ficciones jurídicas para acomodar la legislación para la violación de los derechos humanos o delitos de lesa humanidad.

Un ejemplo de ello ha sido la ficción jurídica del “secuestro permanente”, que en estricto rigor es una aberración jurídica para acomodar la interpretación del delito de secuestro y aplicarlo contra personas, militares y policías, acusados de violaciones a los derechos humanos.

En estricto rigor, bajo el sistema de la reforma procesal, ninguna de las causas sobre violación a los derechos humanos tendría un buen resultado, puesto que se contrapone con el peso de la prueba.

De cierta forma el sistema de Justicia ha acomodado el concepto de Derechos Humanos para que solamente sea aplicable a los intereses de una ideología. En consecuencia, estamos en presencia de un sistema que se corrompe a los intereses políticos e ideológicos de un determinado sector.

En resumen

El secuestro ideológico de los derechos humanos se encuentra radicado en corrientes socialistas y comunistas que desvirtuaron el verdadero sentido de la declaración universal de 1945. Hoy se ha cambiado el foco de violación a los derechos humanos, solamente hacia quienes son agentes del Estado. Pero a su vez, el mismo Estado viola los derechos humanos de las víctimas de delitos, al no proveer signos reales de justicia.

Debemos recordar que el artículo 7° de la declaración universal de los derechos humanos dice lo siguiente:

Artículo 7.

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

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