Por Edward Cáliz
En Chile son varios los temas que en algún momento fueron tabúes de una sociedad más bien conservadora que libertaria. Una sociedad que estuvo siempre cultivada sobre la base de normas de carácter ético y moral y aceptadas por gran parte de los chilenos como eje transversal de la formación familiar.
Temas como el homosexualismo, el consumo de marihuana, el aborto, la adopción homoparental, incluso la pedofilia como orientación sexual, han sido tópicos que han pasado desde lo impensable a lo aceptable. Ahora, ¿por qué ha ocurrido ese proceso?. La verdad es que la respuesta se centra en un concepto de manipulación de masas denominado la Ventana de Overton.
Antecedentes históricos
La Ventana de Overton es un modelo que permite entender cómo las ideas en la sociedad cambian con el tiempo e influyen en la política, es decir, cómo cambiar con bastante exactitud la percepción de la opinión pública para que las ideas que antes se consideraban descabelladas sean aceptadas a lo largo del tiempo. El modelo fue desarrollado por Joseph Overton, ex vicepresidente senior del Centro Mackinac[1] de Políticas Públicas, quien se desempeñó como tal hasta el momento de su fallecimiento en el año 2003, tras un accidente aéreo.
El concepto central de esta teoría es que los políticos están limitados en cuanto a las ideas de políticas que pueden apoyar; dado que en general, solo persiguen políticas que sean ampliamente aceptadas en toda la sociedad como opciones políticas legítimas y en consecuencia estas políticas se encuentran dentro de la llamada ventana de Overton. Existen otras ideas políticas, pero los políticos corren el riesgo de perder el apoyo popular si defienden estas ideas. Estas políticas se encuentran fuera de la ventana de Overton.
Funcionamiento
En principio, tal como señala Luis Segura[2] ningún tema tabú escaparía a la eficacia en la aplicación de esta técnica y por tanto se podría cambiar de modo radical la valoración que la sociedad tiene actualmente de determinados temas que son tabúes dentro de su conformación ético-moral, como ocurre con la eutanasia, el incesto, el bestialismo, la pederastia o el canibalismo, por citar sólo algunos ejemplos. Para ello no se aplicaría un lavado de cerebro directo, sino una serie de técnicas avanzadas, cuyo desarrollo pasaría inadvertido para la sociedad.
Para el caso de nuestro país, a partir de los lineamientos establecidos en el Foro de Sao Paulo y la preparación de la sociedad chilena para disponerla a determinados temas que eran parte de los instrumentos que requerían para consolidar los objetivos del foro, se utilizó esta técnica con determinados tópicos que serían necesario introducir para generar la disociación y luego la aceptación, con miras a disponer de un público que a lo largo de determinado tiempo estuviese cautivo y prestos a creer en el discurso y la disposición política frente a estos temas, para muchos tabúes.
Para demostrar de qué manera esta teoría explica la forma en cómo se han ido instalando ciertos tópicos en nuestra sociedad chilena, hay que centrarse en temas que han sido tabú para nuestro país y que, algunos de ellos aún constituyen una grave agresión por razones obvias, por ejemplo la pedofilia. Así pues, ¿cómo sería posible convertir en aceptable la pedofilia? ¿Cómo opera ese cambio en las conciencias desde la fase de aversión hasta la conformidad plena? Haciendo un ejercicio similar al que hace Luis Segura en su artículo, es posible identificar cinco etapas sucesivas, que a continuación se describen:
Primera Etapa: de lo impensable a lo radical
En esta primera etapa, la aprobación de la pedofilia es todavía algo impensable. La práctica de de mantener relaciones sexuales con menores de edad se encuentra en el nivel más bajo de aceptación de la ventana de posibilidades de Overton (muy estrecha aún o quizás lisa y llanamente cerrada), puesto que la sociedad considera ésta acción un hecho repudiable, impensado y totalmente ajeno a la moral individual y pública. Es decir, la ventana está cerrada y sin movimiento.
Para modificar esta apreciación —y amparándose en la libertad de expresión—, se trasladaría esta cuestión a la esfera científica, sugiriendo que para los científicos no deberían existir temas tabú. En ese caso, podría realizarse una instancia académica y científica respecto de las evidencias existentes sobre esta desviación sexual hacia una orientación, para obtener declaraciones autorizadas de expertos sobre ello, forzando así la transición de la actitud negativa e intransigente original de la sociedad a una actitud más positiva y abierta.
Simultáneamente, se buscaría acercar a un grupo de personas que tengan esta desviación y que hayan sido condenados por la justicia y acercarlos hacia los medios de comunicación, donde se les muestre la faceta de seres humanos con una forma distinta de ser. Y con esto ya se empieza a eliminar el tabú, que inicialmente era inaceptable, para pasar a una etapa de discusión, donde queda la duda de ¿estas personas son enfermas, desviadas o tienen una orientación sexual distinta?
Segunda Etapa: De lo Radical a lo Aceptable
En esta segunda etapa ya se persigue abiertamente la aprobación de la pedofilia. Para que ésta pueda ser aceptada hay que seguir divulgando las conclusiones de los «científicos», e insistir en lo oportuno que es no tener prejuicios sobre el tema, calificando de intransigentes a quienes se nieguen a adquirir conocimientos sobre el mismo[3].
Los que se resisten deben empezar a ser vistos como fanáticos que se oponen a la ciencia y a la ilustración. Mientras se condena públicamente a los intolerantes, es necesario crear un eufemismo, con la intención de que se pierda el significado directo del término original y sus connotaciones negativas, sustituyendo así la expresión original (Pedofilia) por “El Amor no tiene edad”. Paralelamente se crearía un precedente, histórico, mitológico, o inventado, que sirviera de referencia y pudiera ser utilizado como prueba de que la pedofilia es perfectamente legítima.
El uso combinado de medios de comunicación y grupos de presión convertiría en aceptable, más pronto que tarde, el hecho de que haya personas que desarrollan una forma de “amor” distinto al común de las personas consideradas “normales”
Tercera Etapa: De lo Aceptable a lo Sensato
Para convertir en sensato lo que en un principio era totalmente inaceptable, lo siguiente sería proponer que identidad sexual sea un derecho de todo hombre libre, sin que existan barreras que limiten una forma de “amor” distinto. Un lema apropiado podría ser el siguiente: «toda persona tiene derecho a elegir su sexualidad». (¿Le parece familiar este slogan?)
Al mismo tiempo, seguiría siendo absolutamente necesario arrinconar a quienes piensan diferente, es decir, a cuantos todavía impugnan la consolidación de este pretendido derecho. Así, se acusaría a estas personas de radicales que discriminan la libertad sexual, de ser retrógrados y extremistas, incluso fascistas, que van en contra de todas las minorías sexuales.
A su vez, pretendidos expertos y personajes conocidos del mundo de la comunicación, insistirían en que a lo largo de la historia humana han existido distintas formas y expresiones de amor, sin que esto produjera extrañeza en aquellas sociedades.
Hasta aquí lo que se persigue es que la “pedofilia” sea considerada una costumbre razonable, parte de la esencia humana al ser capaz de amar sin distinción de edad.
Cuarta Etapa: De lo Sensato a lo Popular
A continuación, los medios de comunicación deben ser los promotores de la idea maquinada, donde además gente famosa y autoridades, hablan abiertamente de pedofilia. Esta se convierte entonces en un tema predilecto de la industria de los juguetes y de la educación, con el diseño de accesorios infantiles que interrelacionan y potencian el vínculo sexual entre un niño(a) y un adulto.
Se les enseña en las escuelas que ellos pueden elegir su sexualidad y por ende a la persona que deseen, llevándolos a un estadio donde la confusión les impide distinguir sus identidades sexuales propias y por lo tanto quedan al descubierto de la maquinación adulta para atraerlos hacia su mundo pedófilo. Campañas como “los niños pueden jugar con muñecas” o “las niñas pueden vestirse de otro color que no sea rosado”, obedece a esta etapa de llevarlos desde lo sensato a lo popular.
El fenómeno asoma por primera vez en películas, letras de canciones comerciales, novelas y espectáculos televisivos. De repente, se produce también el ensalzamiento de personajes relevantes que en la historia practicaron la pedofilia, sirviendo de modelo a las multitudes.
El fenómeno pronto se vuelve imparable y multitudinario. Además, para reforzar su imagen positiva, los pedófilos son presentados ante la opinión pública como víctimas de una sociedad represora, que les impide satisfacer libremente sus orientaciones, cuando son parte de su derecho..
Quinta Etapa: De lo Popular a lo Político
En esta última etapa, la ventana de posibilidades de Overton, totalmente cerrada al principio, aparece ya a escasos centímetros de abrirse de par en par. Para ello, se debe preparar la legislación para legalizar el fenómeno[4] y los partidarios de ello, incorporados como grupos de presión, se consolidan en el poder y crean encuestas con el fin de mostrar un alto porcentaje de partidarios de la legalización del fenómeno.
De forma automática, se acaban estableciendo en la conciencia colectiva nuevos e incontestables dogmas: «se prohíbe discriminar a personas con orientación sexual hacia los niños y niñas, porque es amor»; «elegir la orientación sexual es un derecho»; «quienes se oponen a la pedofilia incurren en un delito»…y un largo etc.
Como es posible observar, el movimiento de las ventanas de Overtone es una estrategia perfectamente definida. Con el ejemplo, se ha podido pasar desde el rechazo absoluto a la pedofilia (como uso totalmente ajeno a la moral pública) a su legalización y aprobación popular y política.
Decíamos al principio que la Ventana de Overton es una teoría política que describe con escalofriante exactitud cómo se puede cambiar la percepción de la opinión pública para que las ideas que antes se consideraban descabelladas sean aceptadas a lo largo del tiempo. Y hemos descrito cómo es posible. De hecho, el movimiento de las ventanas —que, como resulta evidente, es extrapolable a cualquier fenómeno—, no sólo se ha ensayado con éxito en el pasado, sino que se sigue aplicando con éxito en el presente…
Referencias del artículo:
[1] Disponible en: https://www.mackinac.org/OvertonWindow. Consultado el 09-11-2019
[2]Disponible en: https://adelantelafe.com/la-terrible-ventana-overton-legalizar-cualquier-cosa/.Consultado el 09-11-2019
[3] Disponible en: https://www.aciprensa.com/noticias/insolito-psiquiatras-de-eeuu-aceptan-pedofilia-como-orientacion-sexual-69223. Consultado el 09-11-2019
[4]Disponible en: http://www.alertadigital.com/2018/08/07/mas-cerca-de-legalizar-la-pedofilia-francia-aprueba-una-ley-que-no-fija-una-edad-minima-para-consentir-sexo-con-adultos/ Consultado el 10-11-2019
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Como se dice comúnmente : ¡Ahora se explican muchas cosas! . En este escenario, de la lectura del artículo se desprendería que cumplidas las fases de «modelación» del pensamiento y el consecuente actuar de las personas «modeladas», no habría vuelta atrás y cabe la pregunta: ¡ Existe algún «antídoto» para este tipo de manipulación y lavado de cerebro?
A modo de respuesta a la pregunta planteada por Alfonso: La deconstruccion de esas ideas posicionadas, por medio de la disputa de la hegemonía dominante con ideas y argumentos. Para eso se requieren actores con pantalones y no personas secuestradas por lo «políticamente correcto»…
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Parte de lo postulado por Overton, se encuentra en las tesis de Plinio Correa de Oliveira en su intuitico libro: «Dialogo: Transbordo ideológico inadvertido»
Gracias por vuestro aporte.